MIOPIA: En la miopía, los rayos luminosos de objetos distantes se enfocan delante de la retina, de modo que la persona miope, solamente puede ver claramente objetos cercanos.
El principal síntoma en la miopía es la mala visión de lejos, aunque a veces la persona entrecierra los párpados para mejorar la mala visión.
HIPERMETROPÍA: Los rayos luminosos llegan al ojo y se enfocan detrás de la retina, ocasionando una imagen borrosa. Los síntomas de la hipermetropía varían enormemente desde mala visión de lejos, hasta emborronamiento constante o intermitente con el trabajo de cerca o fatiga visual.
ASTIGMATISMO: Es uno de los defectos visuales más comunes. Un 35% de las personas que necesitan corrección visual, tienen astigmatismo. Se produce por una irregularidad en la curvatura de la córnea o del lente cristalino, lo que hace que los rayos de luz entren al ojo y enfoquen a diferentes distancias de la retina. La persona astigmática no puede ver la imagen entera perfectamente nítida. Los síntomas son imágenes distorsionadas o borrosas en casos severos, o dolores de cabeza, fatiga visual y mala coordinación manual en casos leves.
PRESBICIA: Consiste en la disminución de la capacidad de enfoque del ojo. Esta comienza afectando a la visión cercana conservándose bien la lejana, pero luego con el paso de los años se extiende hasta afectar a la visión lejana (esta última siempre en menor medida).
Todos estos Defectos Refractivos pueden corregirse con anteojos o con lentes de contacto o por medio de la cirugía refractiva y cuanto antes se descubran mejor. El primer paso en el tratamiento, es un examen completo por un médico especialista en el cuidado de sus ojos. Recuerde hacer examinar sus ojos y los de sus hijos, por lo menos una vez al año.